Después de escuchar las alineaciones y los himnos de ambos equipos, comenzó el gran enfrentamiento entre Holanda y España con el árbitro inglés Howard Webb, al minuto 10 los españoles iban con todo tras un tiro de Ramos desviado por Heitinga y al minuto 14 sale la primera tarjeta amarilla para el holandés Robin Van Persie.
Además durante el primer tiempo hubo cuatro tarjetas amarillas más, para los españoles Carles Puyol y Sergio Ramos a los minutos 16 y 22 y para los holandeses Mark Van y Nigel de Jong a los minutos 21 y 18 respectivamente, a lo que podemos observar que fueron muy seguidas, llega el medio tiempo y el partido seguía 0-0.
Empezó el segundo tiempo y seguían las tarjetas amarillas para Holanda a los jugadores Giovanni Van Bronckhorst y John Heitinga a los minutos 53 y 55. Un buen enfrentamiento en donde Robben pierde el gol de la victoria en uno a uno contra Casillas, el arquero defiende excelentemente la portería al no dejar entrar el balón y al minuto 66 una tarjeta más para el equipo español y esta le corresponde a Joan Capdevila.
Los nervios por parte de los espectadores suben cuando Ramos hace un remate solo frente al arco holandés a unos minutos de terminar el segundo tiempo pero lamentablemente este falla y el balón sigue sin entrar a la portería, sin embargo las tarjetas amarillas siguen saliendo y esta vez le toca al Holandés Arjen Robben al minuto 83 y sin ningún gol aún, la final se alarga a tiempos extra.
Tras varios minutos después el ambiente era intranquilo, la emoción y los nervios seguían aún en los tiempos extra pero también las faltas y en este caso Heitinga se gana la segunda amarilla tras jalar a Iniesta, siendo expulsado de la cancha con tarjeta Roja al minuto 109.
Y para terminar con el coraje holandés tras una expulsión cae el gol de la victoria al minuto 116 por Andrés Iniesta, el cual celebró con gran felicidad y mostrando una frase en su playera, el público español se levantó con gran emoción, pero aún así, seguían las tarjetas amarillas y al minuto 117 le toco al jugador que le da el triunfo al equipo español.
Concluye el partido con otras dos tarjetas amarillas una para el holandés Joris Mathijsen al minuto 119 y otra para el español Xavier Hernández al minuto 120, con un total de 12 tarjetas amarillas y 1 roja en el encuentro hacen de la final la más sucia de la historia de los mundiales después de Argentina-Alemania en 1986, pero lo importante es que España ganó el triunfo y se le entregó la copa al capitán Icker Casillas teniendo una exitosa participación en el encuentro como arquero.
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